Toda una celebración en EE.UU, el segundo día nacional después de Thanksgiving -Según un oriundo- y pues tiene que serlo cuando es el evento televisivo más grande del país con 111 millones de televidentes.
El fútbol americano va de la mano con los comerciales, y en esta ocación los más esperados del año, tal vez muchas de las personas siguiendo la transmisión lo hacen mas por las propagandas que por el partido en si, el que se torna un poco frenado por las pausas reglamentarias para los adds.
Este año no hubo nada de eso, los comerciales muchos de ellos pasaron por debajo de la barra medidora de buenos comerciales y se difuminaron rápidamente en la mente dentro del espacio del olvido, el show del entretiempo ni siquiera pasó, se trataba de Madona, la cual simplemente decidimos saltar, el partido paso por normal, nada de jugadas espectaculares ni momentos emocionantes, salvo los últimos 2 minutos donde la historia pudo cambiar, y el resultado final dar vuelta, pero no fue así, 3 pases errados y los Giants se hicieron con la copa.